Arquitectura mediterránea con visión de futuro

EM: EM: En una de sus últimas casas nos llamó la atención la abundante vegetación en terrazas y cubiertas. Desde la planta baja no era visible, pero las imágenes de dron revelaron que el tejado estaba equipado con un número sorprendente de paneles solares, perfectamente integrados en el diseño..

AT: Nos gusta combinar ambos aspectos. La sombra que proyectan los paneles solares ayuda a suavizar el impacto del sol sobre la cubierta y al mismo tiempo permite generar energía. Las cubiertas y terrazas ajardinadas no solo resultan atractivas, también mejoran el aislamiento térmico y aportan múltiples beneficios adicionales.

EM: “En el norte no hay un verano real, aquí en Mallorca no existe un invierno de verdad…”

LH: Lo fundamental para una vivienda confortable y energéticamente eficiente, es cómo gestionamos el sol, casi siempre presente. Lo aprovechamos durante todo el año, pero en verano es esencial protegerse de la sobreexposición. De hecho, en Mallorca se consume más energía en refrigeración que en calefacción, algo muy distinto a lo que ocurre en el norte de Europa. Estándares habituales allí, como el triple acristalamiento o ciertos sistemas de aislamiento exterior, aquí pueden resultar contraproducentes o incluso dañinos.

EM: ¿Cómo se consigue el confort climático a través de la arquitectura en Mallorca?

AT: Con la correcta orientación de los espacios, en el modelo 3D comprobamos cómo la geometría y volumetría de los cuerpos, junto con los voladizos, influyen en la incidencia solar a lo largo del año. De este modo, en invierno se favorecen las ganancias solares y en verano se garantiza la sombra necesaria. Muy importantes en este equilibrio son también los espacios cubiertos al aire libre, como las terrazas, concebidas como una prolongación natural de las zonas de estar.

LH: En el interior apostamos por sistemas de ventilación inteligentes. Los espacios a doble altura favorecen el efecto chimenea y generan experiencias espaciales muy atractivas. La ventilación cruzada permite reducir considerablemente el uso del aire acondicionado – para que solo resulte necesario en momentos puntuales, como las semanas más calurosas del verano.”

EM: Cada vivienda necesita un certificado energético. ¿En qué ponen el acento cuando diseñan las instalaciones?

AT: La eficiencia depende de organizar bien todos los equipos y, al mismo tiempo, integrarlos de forma invisible en el diseño. Resolver esta aparente contradicción – máximo confort sin aumentar el consumo – requiere mucha experiencia. También es importante prever desde el principio el espacio que requieren estas instalaciones

LH: LH: En Mallorca es relativamente fácil conseguir consumos muy bajos en calefacción, y las bombas de calor o los sistemas de ventilación con recuperación de calor pueden contribuir a ello. No obstante, presentan diferencias significativas en eficiencia energética y en necesidades de espacio, aspectos que conviene considerar ya desde la fase de planificación. Con una gestión energética inteligente se pueden optimizar tanto el diseño y el uso de las instalaciones como los costes de construcción y funcionamiento.

EM: ¿Qué otros aspectos de sostenibilidad incorporan en sus proyectos?

AT: También es clave la gestión del agua. Un jardín mediterráneo con terrazas verdes se basa en elegir especies autóctonas. Con algibes bien dimensionados y sistemas de riego automatizados y inteligentes,  podemos reducir de forma notable el consumo.

EM: Al final se trata de que la vivienda pueda disfrutarse sin preocupaciones, ¿verdad?

AT: Exacto. Incluso en casas que no se habitan todo el año, diseñamos las instalaciones para que funcionen en un stand-by mode: un modo mínimo que mantiene la ventilación y la temperatura adecuadas con autoconsumo solar, sin gasto adicional, y que además puede controlarse a distancia. De este modo, al llegar los propietarios encuentran siempre la vivienda en condiciones óptimas y lista para ser utilizada.