Diseño atemporal y estilo de vida mediterráneo en Puerto Portals
Entrevista con TH‑A Arquitectos y Edith Minkner
EM: Hemos tenido el privilegio de incluir varias de sus villas en nuestro portafolio, y ahora presentamos en exclusiva una propiedad muy especial: una villa situada sobre Puerto Portals, en una parcela de más de 3.000 m², con vistas panorámicas a la bahía. ¿Cuál fue el concepto arquitectónico que inspiró este proyecto?
AT: Los solares en pendiente ofrecen grandes posibilidades y, en muchos casos, unas vistas al mar y al paisaje realmente excepcionales, aunque siempre implican un reto de planificación y construcción. En este caso conseguimos disponer toda la vivienda en una plataforma de 80 metros que se integra de forma natural en el terreno, a pesar de que la parcela presenta un desnivel de unos 20 metros. El resultado es una arquitectura generosa, con impresionantes vistas sobre la bahía de Palma
LH: LH: Desde el inicio quisimos otorgar a la entrada un papel protagonista, como transición entre el exterior y el interior y como elemento conector de las dos plantas. A continuación, se suceden ejes visuales cuidadosamente planteados hacia la bahía. Para reforzar la amplitud de los espacios abiertos, también llevamos luz natural a la parte posterior mediante patios ajardinados, de modo que incluso las estancias secundarias disfrutan de iluminación natural. Los grandes voladizos aportan sombra y generan porches que prolongan la vida interior hacia las terrazas. La arquitectura se adapta a la topografía del terreno, con un carácter escultórico, contenido pero marcado por gestos claros.
EM: «Esta casa realmente no deja nada que desear: piscina infinita de 25 metros con jacuzzi y vistas a toda la bahía, amplias suites con baños elegantes y vestidores, cine en casa, spa, gimnasio y la tecnología más avanzada. ¿Cómo se afronta un programa tan extenso?»
AT: Cada proyecto comienza con una idea de la atmósfera y de las emociones que queremos transmitir. Pensamos siempre en secuencias: más allá de la distribución, se trata de lo que llamamos la “cuarta dimensión”, es decir, cómo se va a desarrollar la vida en la vivienda a lo largo del día y en diferentes situaciones. Lo comparamos con escribir un guion de cine, con la diferencia de que preparamos muchas escenas a la vez: desde momentos sociales y festivos, hasta situaciones íntimas y personales. El programa debe responder a todas estas necesidades. Nuestra tarea es dar forma construida a ese concepto, con transiciones fluidas, conexiones inteligentes entre niveles y perspectivas cambiantes.»
EM: Se trata, sin duda, de una residencia diseñada para vivir Mallorca en su máxima expresión…
LH: Nuestro objetivo fue crear un entorno único para las más altas expectativas. Buscamos no solo aprovechar al máximo la parcela, sino también captar el espíritu del lugar – el genius loci.
AT: El proyecto combina un lenguaje arquitectónico intemporal con elementos mallorquines, la claridad formal con materiales nobles y cálidos, la tecnología actual con la tradición artesanal. Así nacen espacios que no solo son arquitectónicamente singulares, sino que transmiten una atmósfera de diseño intemporal y vida mediterránea – un lugar concebido para ser vivido y disfrutado.